Carta abierta de los Presos Políticos y Prisioneros de Guerra

Carta Abierta

Senadora Piedad Córdoba.
Asociación “Colombianos por la Paz”


Nuestro cálido saludo Bolivariano. Somos prisioneros de guerra confinados en la cárcel del régimen narco-terrorista de Uribe Vélez, por el “delito atroz” de luchar por “La Nueva Colombia, La Patria Grande y el Socialismo.

”Senadora, es usted sinónimo de dignidad, de pueblo, de soberanía. Y es ahí donde confluimos usted, bolívar, nosotros, personalidades e intelectuales, movimientos sociales, partidos políticos y millones de colombianos que hemos dicho basta ya de explotación, de corrupción, de entrega de la soberanía, de terrorismo de estado… Cada quien desde su escenario. El suyo, el parlamento, la universidad, la plaza pública, foros nacionales e internacionales; y porqué no, los medios de comunicación.

Escenarios vedados al pueblo, y que usted con verraquera y grandeza de patria aprovecha para confrontar al régimen fascista, llamando a subvertir y a levantarse contra el terrorismo de estado.Usted y nosotros somos conscientes de la existencia de un conflicto social y armado, que tiene sus raíces en las profundas desigualdades económicas y que las clases dominantes han tratado de resolver por la fuerza. Estamos de acuerdo en que la solución al conflicto es política, para poder así, por medio del diálogo fraterno y la Reconciliación Nacional construir la Patria que deseamos en paz y con justicia social, y no seguir transitando por el despeñadero de la guerra civil. En esta confrontación que ya alcanza 5 décadas, se han sacrificado varias generaciones de jóvenes. El costo ha sido alto en miles de muertos, desaparecidos, exiliados, encarcelados, desplazados. Y ya, en la primera década del siglo XXI no podemos seguir siendo un pueblo de bárbaros llenos de anacronismos; es responsabilidad nuestra el construir un mejor futuro para las próximas generaciones y decir con Salvador Allende: “Se abrirán las alamedas por donde marchará el hombre nuevo.”Consideramos que el elemento fundamental del diálogo político conducente a la apertura y ampliación del espacio democrático, lo constituye la liberación de los prisioneros de guerra mediante un acuerdo e intercambio humanitario.Somos conscientes de que las condiciones de los retenidos en las selvas por nuestra organización no son las mejores, pues está siempre el imprevisto de un asalto, un bombardeo del ejército oficial o un irresponsable “cerco humanitario”; lo cual es duro para los llamados “políticos” expuestos también a enfermedades tropicales y a vivir en un medio no tan cómodo como sus apartamentos y oficinas, desde las cuales decretaban la guerra y cargaban al pueblo con leyes onerosas. Diferente es la situación de policías y soldados profesionales, quienes conscientemente optaron por empuñar las armas contra el pueblo, actuando como mercenarios de un sistema injusto. Ellos sabían del riesgo que corrían y fueron derrotados en el campo de batalla.

Afortunadamente están en manos de un ejército revolucionario con un profundo espíritu humanista, que les ha dado un trato digno no obstante las condiciones adversas, así por complacencia y amedrentamiento de sus jefes cuando sean liberados despotriquen contra la guerrilla.

Pero en el caso nuestro estamos en las entrañas del monstruo, que utiliza la “justicia” como revancha y la cárcel como castigo para hacernos pagar el precio de levantarnos contra la ignominia.

Ante la opinión pública han hecho parecer como si el único drama dantesco fuera el de los retenidos por la guerrilla. Tinta, papel y babas han sobrado para investirlos de héroes y convertir su situación en un medio de propaganda negra contra la insurgencia, encubriendo de paso la criminalidad del gobierno, que aliado con el paramilitarismo ha anegado en sangre la geografía nacional. Los medios de comunicación se obstinan en hacer creer al pueblo Colombiano que en el conflicto sólo existen víctimas de un sólo lado. Las víctimas del terrorismo de estado no existen en sus reportajes, ni es mencionadas nunca, por ejemplo, la situación de las mujeres y madres de familia que han decidido luchar por un futuro mejor para sus hijos y que en estos momentos se encuentran detenidas en las fosas de muerte que son las cárceles colombianas. Ellos tampoco ven ni muestran nunca los hijos de las guerrilleras farianas que se encuentran en manos del estado, niños que han nacido y crecido en cautiverio y que les toca llevar el estigma de la prisión desde su niñez, sólo por causa de la condición digna que ostentan sus madres de ser verdaderas revolucionarias.

Toda la propaganda mediática de la que se ocupan las cadenas noticiosas afectas al dictador, trasnochando analistas políticos del corte del “cerebro gris” de la “casa de Nari”, y politicastros del furibismo, son sólo una cara de la moneda, que oculta la situación de los presos políticos, prisioneros de guerra y presos de conciencia que ha producido la aplicación de la política de seguridad democrática, basada en falsos positivos, detenciones masivas, y montajes de los organismos de seguridad del estado, infiltrados por el paramilitarismo y asociados a sapos y delatores que buscan beneficios económicos y jurídicos, amparados en el corrompido sistema de recompensas y la política de desmovilización y reinserción.A nosotros se nos da un trato diferencial. A los parapolíticos y paramilitares se les conceden prebendas y comodidades; pabellones especiales con celular y computador, con visitas de hasta tres veces a la semana. Nosotros, por el contrario, somos aislados del entorno social y familiar, enviados a cárceles alejadas en la geografía nacional con temperaturas extremas, donde nuestras familias de bajos recursos económicos no pueden visitarnos. Con regímenes especiales: visitas conyugales cada 45 días por 40 minutos; visitas de sólo medio día quincenales, hacen recordar las penas de destierro prohibidas por la constitución. Los pabellones de presos políticos, en una medida que atenta contra nuestra integridad personal, están siendo eliminados, obligándonos de esta manera a convivir con la delincuencia común y los paramilitares, violando flagrantemente la Ley 65 de 1993 que habla de la selección y clasificación de la población reclusa.Somos víctimas de falsos positivos para ocultar la corrupción de la institución penitenciaria, haciendo montajes de fugas y supuestos complot para desestabilizar al sátrapa y a sus palaciegos. Vemos por la T.V a carniceros como Rito Alejo del Río, a parapolíticos o a jefes paramilitares conducidos por la guardia penitenciaria como si fueran sus guardaespaldas, mientras nosotros somos encadenados de pies y manos hasta para una revisión médica.

A nosotros se nos viola permanentemente el debido proceso, la presunción de inocencia y otros derechos de carácter constitucional; somos exhibidos como trofeo de guerra; se nos dificulta el acceso a los abogados con los traslados a diferentes cárceles; así mismo, se nos vulnera el derecho de igualdad ante la ley negándonos beneficios jurídicos y administrativos: cambio de fase, prisión domiciliaria, permiso de las 72 horas, casa por cárcel, etc.

Alargándonos el tiempo de encierro.Nos presionan para que traicionemos y reneguemos de nuestra organización, chantajeándonos con hacer más duras las condiciones de encierro y los regímenes carcelarios. Los verdaderos revolucionarios en Colombia estamos condenados en la práctica a cadena perpetua, porque desde que la justicia se inventó los delitos conexos, la rebelión es sólo la ñapa de la condena. Mientras tanto, los genocidas de machete y motosierra que sin ningún rubor reconocen hasta 2.000 homicidios gracias al esperpento jurídico conocido como “Ley de Justicia y Paz”, pagan condenas de 8 años salvándose de la C.P.I por sus crímenes de lesa humanidad y legalizando de paso sus ingentes fortunas, fruto del narcotráfico, el robo al erario público, el saqueo, el desplazamiento y la usurpación de las tierras de los campesinos.

Pero todas estas realidades, pan diario en las prisiones, son ocultadas e ignoradas. Los medios oficiales sólo registran las pantomimas y sainetes organizados por el estado, las marchas hábilmente manipuladas o los actos desde las prisiones promovidos por la ONG Holandesa “Manos por la Paz” que dirige Ludovine Sampolle, en donde se agrupa el muladar de traidores y arrepentidos a denigrar de las organizaciones revolucionarias, y cuyo único propósito es el de vender la tesis de que en las cárceles no hay presos políticos, ni prisioneros de guerra que quieran volver a sus puestos de combate.

Senadora Piedad Córdoba y personalidades interesadas en el futuro de nuestro país, por éstas y muchas razones más, los estamos invitando desde las mazmorras del régimen a continuar y no desfallecer en la búsqueda del Intercambio Humanitario; a que junto con los estudiantes se materialice el Mandato Estudiantil por el Acuerdo Humanitario, y que con Hebe de Bonafini, Presidenta de las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina y la comunidad internacional, levantemos con fuerza la consigna para concientizar a nuestras familias, compañeros, amigos, colombianos y colombianas en general de que

“!!No somos delincuentes, no somos terroristas… Somos Prisioneros de Guerra… Intercambio Humanitario Ya!!”

“Podrán atar nuestras manos, pero jamás nuestros sueños de Justicia y Libertad.”

Presos Políticos y Prisioneros de Guerra

FARC-EP

Cárceles de Colombia Diciembre de 2008

Comandante Felipe Rincón

Informamos a los pueblos de Colombia y el mundo que el Comandante Felipe Rincón ha muerto, destacado luchador revolucionario, que a muy temprana edad inicio su militancia y su lucha incansable por la causa del proletariado, la libertad, el antiimperialismo y la unidad latinoamericana por la que lucho y sigue luchando Bolívar.

Felipe hizo parte integrante de La Mesa Temática en los años del despeje cuando cursaban los diálogos del Caguán, con las banderas de las FARC en alto, siempre luchando por la paz con justicia social, también hacia parte de la comisión para el intercambio de prisioneros, organizador incansable de nuestro pueblo por la dignidad, muere en medio de una confrontación contra el enemigo de clase que ha asesinado a nuestro pueblo en múltiples masacres, donde han florecido los "falsos positivos", matando a jóvenes indefensos de todo el país, luchando contra un Estado paramilitar y mafioso a ese guerrillero fariano le rendimos honores.

A sus familiares y a todos los farianos al igual que a las familias de los tres milicianos y el guerrillero que murieron con Felipe en el puesto de combate, nuestro abrazo y toda nuestra solidaridad.

Por la Nueva Colombia, la Patria Grande y el Socialismo: /

Estado Mayor Bloque Oriental FARC-EP /

Octubre de 2008

Declaración Política


20 de Diciembre de 2008

El imperio y el capitalismo mundial vive el peor trance. Sus efectos atropellan a millones de seres humanos y ninguna perspectiva tienen para evitarla. Acaban de elegir el presidente corporativo de los EEUU Barak Obama, difícilmente colmará las expectativas creadas en el mundo. Solo la iniciativa creadora de los pueblos y sus luchas pueden corregirla y el socialismo el único que puede humanizar el planeta y enrumbar a la sociedad por caminos de paz, igualdad, justicia, desarrollo, bienestar y felicidad social. Es la enseñanza que surge de los procesos en marcha bajo el influjo actuante de las mayorías en nuestra América y el Caribe.

En nuestra patria, la crisis institucional y moral, las desventuras económicas, sociales y ambientales son el producto fabricado por el actual régimen. Narcotraficantes, latifundistas y empresarios asociados al capital transnacional controlan las instituciones del Estado, (Congreso, Casa de Nariño, Fiscalía, altas Cortes, Procuraduría, FFAA).

La Seguridad Democrática punta de lanza del capital transnacional y algunos sectores políticos y económicos muestra su eficacia mediante los asesinatos ahora mal llamados “falsos positivos” y el atropello a las a las manifestaciones sociales, mientras se mantiene la resistencia de las Fuerzas Revolucionarias.

El derrumbe de las pirámides, de las que hace parte la familia presidencial es otra muestra del engaño, la corrupción y las componendas de la clase política.

En ese medioambiente, se levantan con inagotable fuerza grandes manifestaciones sociales de campesinos, trabajadores, indígenas, estudiantes, del movimiento popular y de las fuerzas democráticas. A todos ellos, desde aquí nuestro saludo combativo e irrevocable compromiso con la solución política hacia una verdadera Paz con justicia social. A los militares y policías patriotas nuestra llamado a enrumbarse por la senda del libertador Simón Bolívar.

Los combatientes farianos nos nutrimos con las invencibles luchas de nuestro pueblo y de la certeza que nos ha acompañado en 44 años de lucha revolucionaria, del sacrificio de los caídos y del ejemplo del invencible y legendario conductor de guerrillas, comandante en jefe, Manuel Marulanda Vélez. Lo que viene es prometedor en esta gesta heroica, los mandos y combatientes de las FARC-EP estaremos, como desde Marquetalia, acompañando a nuestro pueblo en sus más altos empeños por la Nueva Colombia.

En esta reunión hemos hecho un exhaustivo análisis de variados temas que nos incumben y tomado decisiones que nos orientan a nuevas dinámicas. Finalmente, en nombre de los combatientes de las FARC-EP que representamos, expresamos nuestro saludo y aliento; a los presos políticos a quienes reiteramos que no cejaremos en nuestro esfuerzo por cristalizar el acuerdo humanitario; a las Milicias Bolivarianas, Partido Clandestino, Movimiento Bolivariano, organizaciones revolucionarias, organizaciones de masas, fuerzas democráticas, a nuestros simpatizantes y amigos. No podemos tener como destino las actuales desgracias; porque el fututo nos pertenece es que debemos labrarlo desde siempre y solo será mediante la unidad y la convergencia de nuestros agitados esfuerzos.

“En Bolívar nos encontramos todos”

¡Hasta la Victoria siempre, hemos jurado vencer y venceremos!

Estado Mayor Frente 33 Mariscal Antonio José de Sucre, BMM FARC-EP.

Montañas del Norte Santander, Noviembre de 2008

LIBERACION UNILATERAL DE SEIS PRISIONEROS PARA FAVORECER EL CANJE HUMANITARIO

Señores

COLOMBIANOS POR LA PAZ

Bogotá

“Aun cuando sean alarmantes las consecuencias de la resistencia al poder,
no es menos cierto que existe en la naturaleza del hombre social
un derecho inalienable que legitima la insurrección.” SIMÓN BOLÍVAR

Compatriotas:

Con esta reflexión del padre de nuestras repúblicas, el Libertador Simón Bolívar, -que ayuda a comprender preocupaciones colectivas- damos continuidad al intercambio epistolar respondiendo a los temas planteados en su misiva del 27 de noviembre.

Compartimos con ustedes que la discusión sobre la guerra y la paz en Colombia no puede ignorar fenómenos que estremecen hoy la conciencia nacional. Los denominados eufemísticamente “falsos positivos” –que debieran llamarse asesinatos de civiles no combatientes ejecutados por el Estado- son, como ustedes acertadamente lo perciben, manifestación dolorosa de la guerra sucia que vive Colombia. Constituyen un espeluznante grito de victoria de la “seguridad democrática” del presidente Uribe que siempre midió el éxito de esa política –en su componente militar- en litros de sangre.

No puede considerarse como hecho aislado lo que obedece a una directiva puntual del Ministerio de Defensa y de la Presidencia, repetida sistemáticamente a nivel nacional en todas las guarniciones.

Es imposible desvirtuar que los miles de civiles asesinados para ser presentados noticiosamente como guerrilleros muertos en combate, lo fueron por el estímulo de los ascensos y recompensas ofrecidas desde el gobierno a los militares. Así como es un hecho destacable, el que después del conocimiento público sobre semejante genocidio, el Ministerio de Defensa no volvió a publicar sus abultadas cifras de "muertos en combate" con las que sustentaban su fantasiosa "derrota de la insurgencia" y el "fin del conflicto". La conciencia de la nación debe impedir que este tipo de crímenes de lesa humanidad que implican al Estado, terminen en la impunidad. La destitución de algunos altos mandos militares por tales hechos debe ser complementada con una responsabilidad penal, lo que muy seguramente, llevará que las cortes y los tribunales de los pueblos sienten a la "seguridad democrática" - desarrollo de la fascista doctrina de la seguridad nacional - en el banquillo de los acusados.

Tal como lo aprecian ustedes, la escalada del conflicto -que tiene relación directa con la injerencia creciente del gobierno de los Estados Unidos en el conflicto interno de Colombia- ha estado acompañada de una mayor degradación. Algo debemos hacer para desembarazarnos de esa maldición que pareciera perseguirnos desde la destrucción de la Colombia de Bolívar y de su gran obra legislativa concebida de cara al bien común.

Desde las medianías del siglo pasado la degradación acicateada por el Estado no cesa de crecer en espiral. Los mismos métodos brutales que segaron la vida de 300 mil colombianos en la década del 50, ahora más refinados, siguen victimizando a la población, descuartizando con motosierras, enterrando en fosas comunes, desplazando a millones de campesinos para apoderarse de sus tierras, “empapelando” jurídicamente a ciudadanos, hasta alcanzar el nivel de barbarie de los “partes positivos”.

Recordamos la respuesta del comandante de las FARC Manuel Marulanda a una pregunta sobre humanización de la guerra: “la mejor manera de humanizar la guerra es acabarla”. Hoy seguimos teniendo la misma percepción, y para ello es indispensable el cambio de las injustas estructuras.

Celebramos que su alusión a los prisioneros de guerra, esté desprovista de ese “humanitarismo tuerto” diseminado por los medios, que ve a los prisioneros de un sólo lado, ignorando que se trata de dos partes contendientes. Este enfoque ayuda a la búsqueda de una solución realista del problema, para lo cual reiteramos nuestra determinación y voluntad de alcanzarla.

En este esfuerzo colectivo, es importante avanzar en la identificación y precisión de los temas objeto de nuestras reflexiones para ganar certezas en la búsqueda de soluciones. Por ejemplo: en un conflicto armado y social como el que vive Colombia desde hace más de 40 años, integrantes de la fuerza pública debidamente armados, entrenados y uniformados combaten diariamente, de distinta manera y en diferentes escenarios, con la guerrilla revolucionaria, presentándose bajas de parte y parte, como ocurre en toda contienda bélica. Finalmente una de ellas obtiene la victoria y toma prisioneros de la parte contendiente. Eso ha ocurrido, ocurre e inevitablemente seguirá ocurriendo, aquí y en todo el mundo mientras persistan los conflictos. Ese tipo de capturados, son prisioneros de guerra. Esa es su categoría dentro de la confrontación. Salvo que se pretenda, como en el caso del gobierno de Álvaro Uribe, negar la existencia del conflicto.

La propuesta de Manuel Marulanda Vélez al congreso de aprobar una ley permanente que deje abierta la posibilidad del canje, cobra plena vigencia en estas circunstancias. Evitaría un cautiverio prolongado y doloroso. En este mismo sentido y con implicaciones de muy diversos órdenes, hemos planteado en diversas oportunidades la conveniencia de un reconocimiento de las FARC-EP como fuerza beligerante. Se presenta también la retención de personas con algún tipo de representación política, que han tomado partido involucrándose abiertamente a favor de la guerra y en crímenes contra sectores populares, vinculados con el militarismo y el paramilitarismo como lo demuestra todo el proceso de la para política, o, que con sus acciones, golpean al pueblo, al tesoro o los bienes públicos. Estos, ante la ominosa impunidad del régimen y en la lógica de los de abajo, deben responder por su conducta. Y se da también el fenómeno de la retención de personas con objetivos económicos que tiene múltiples autores: policías, militares, DAS, paramilitares, delincuencia común y miembros de la insurgencia. En la responsabilidad que nos cabe y, entendiendo las dificultades que ello nos acarrea, nos hemos hecho esta reflexión: ¿cómo se financia una confrontación como la colombiana? ¿Cómo lo hace, por ejemplo, el Estado? decreta cargas impositivas generales, Impuestos de guerra, aportes de las empresas trasnacionales, entre las que se destacan: BP, Chevron- Texaco OXI, Drummond, Chiquita Brand, Repsol, Monsanto, Cocacola, etc.; pero fundamentalmente financia la guerra con ayuda económica, militar y tecnológica del gobierno de los Estados Unidos. Colombia es el primer receptor de esta "ayuda" en el hemisferio, la cual se paga con soberanía. El prominente sociólogo estadounidense James Petras estima que Washington ha invertido en el plan Colombia más de 10 mil millones de dólares en los últimos 6 años. Es una desproporción de recursos económicos y de medios para una guerra Injusta contra un pueblo.

En el espíritu de minimizar el impacto sobre los no combatientes, las FARC expidió la Ley 002 sobre tributación, que cobra un impuesto para la paz a aquellas personas naturales o jurídicas cuyo patrimonio sea superior al millón de dólares y que solo en última instancia contempla el recurso de la retención.

La guerra a medida que se generaliza produce efectos dolorosos y no deseados. Con franqueza les comentamos que no está dentro de nuestro ideario ni en nuestros principios la eternización de estos métodos. De hecho, lo hemos manifestado estando inmersos en diálogos que buscaron la paz con anteriores gobiernos, como bien lo resaltan en su nota.

Los temas de esta misiva son más que oportunos para sugerirles lo importante que sería abrir un amplio debate sobre la situación de miles de presos políticos encarcelados luego de redadas masivas utilizadas como táctica para atemorizar y disuadir el apoyo popular a las fuerzas insurgentes. Son millares los ciudadanos acusados de rebelión y terrorismo a través de montajes de la inteligencia militar y del pago de jugosas recompensas. Esta reflexión colectiva debería incluir también la desaparición forzada de personas, la más aberrante forma de secuestro existente ejecutada por el Estado, y que a la pérdida de la libertad agrega la pérdida de la vida luego de espantosas torturas y en medio de la mayor impunidad.

Finalmente, nos piden ustedes, de cara a un eventual intercambio humanitario, avanzar en algunas reflexiones acerca de cómo "diseñar escenarios en donde sea posible debatir con la sociedad alternativas políticas para encontrar una senda transicional hacia una sociedad justa y equitativa".

Al respecto estamos proponiendo a través del manifiesto de las FARC-EP y de la Plataforma Bolivariana por la Nueva Colombia (documentos adjuntos), un encuentro de las fuerzas políticas y sociales interesadas en el cambio, que nos permita delinear de manera consensuada un gran acuerdo nacional hacia la paz, para construir colectivamente alternativas políticas a la guerra y a la injusticia social. Estamos seguros que a nosotros y a millones de Colombianos nos gustaría ver florecer un nuevo gobierno, producto de ese pacto social, que convoque al diálogo de paz con participación de las organizaciones políticas y sociales del país, que lleve sus conclusiones a una asamblea nacional constituyente, para que el tratado de paz así logrado, tenga además, sustento constitucional.

Como muestra fehaciente de la voluntad que nos asiste y como gesto que apunta a generar condiciones favorables al canje humanitario, anunciamos la próxima liberación unilateral de seis prisioneros en dos etapas. Estos serán entregados a ustedes, como "colombianos por la paz de Colombia" en cabeza de la senadora Piedad Córdoba. Primero serán liberados tres agentes de policía y un soldado, y a continuación, el señor Alan Jara y el diputado Sigifredo López. Las condiciones de modo, tiempo y lugar serán precisadas en su debido momento.

Reciban nuestro saludo cordial.

Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP

Montañas de Colombia, diciembre 17 de 2008

TRANSGENICOS – OGM: Organismos Genéticamente Modificados

“No estamos en contra de la tecnología,
si no ha favor de la sociedad que se organiza”
S. P

Escrito Por Lucia Ríos / Movimiento bolivariano / Calles y Montañas del eje Cafetero



A partir de 1980 la globalización abrió la puerta al mundo de la biotecnología al descubrir la forma de manipular genéticamente los organismos vivos. Su intención era la de liberar a la población del hambre y utilizaron como publicidad “para atender la demanda creciente de alimentos, la biotecnología es la salvación” pero mas que una intención esto fue una excusa, pues los OGM han sido una práctica generada a través de los años de una forma desmedida y en beneficio económico de las multinacionales fabricantes de los plaguicidas que tanto daño han generado a la agricultura y no en pro de la humanidad como no lo hicieron creer. Detrás de los transgénicos no ha habido más que un predominio económico, guerra de multinacionales por apoderamiento de pequeñas empresas y predominio de productos para generar patentes, poder para crear mas plaguicidas y manipulación de las semillas, su único fin apoderarse de los alimentos arrebatando la soberanía alimentaria de los países en desarrollo.

La sociedad dio un gran paso con los transgénicos, pero es extremadamente riesgoso, tanto para la salud humana como para el medio ambiente, la biotecnología a manipulado la molécula de la vida sin valores ni ética, juegan a ser dios, no hay precaución, no se tiene ni respeto ni control por sus efectos, lo que le importa a la agroindustria es generar un mercado: fabricar, vender, ganar y en medio de esto un eslabón donde no se les escapa ofrecer ni un solo servicio, le llaman paquete tecnológico, del cual hacen parte también los profesionales promocionando las maravillas de la ciencia y la tecnología, pero en este eslabón el ultimo con el que se ha contado es con el campesino que a la larga de toda esta podredumbre que ofrece la agricultura de la revolución verde es el que sale pagando las consecuencias de las dinámicas del mercado, el no solo compra ni adquiere un servicio, el proceso es más complejo, el campesino compra el “servicio” pero instantáneamente se vuelve esclavo del mismo y de aquellos que lo ofrecen ¿Quién fabrica? ¿Quién vende? Todo depende de un sistema de corrupción que liga la ciencia a sus intereses, el cual crea fascinación con cada uno de sus descubrimientos, seduce al consumidor y pone en el mercado productos a los que se les oculta su realidad.

La mayoría de investigaciones para conocer los efectos de estos productos son financiados por la agroindustria, sus resultados obviamente saludables en todo sentido, pero aquellos estudios que han sido realizados por entes que no tienen nada que ver con este negocio demuestran que tienen gran influencia negativa para la salud humana y para el medio ambiente, pero estos resultados coincidencialmente nunca salen a la luz publica.
La industria de la biotecnología nunca va a aceptar hacer investigaciones que los deje en evidencia a los ojos de los consumidores “nosotros financiamos los riesgos con nuestro cuerpo y nuestra salud” esas son las reglas del negocio y parece que al consumidor no le interesa saber que es lo que se le esta ofreciendo, lo que se lleva a casa y pone a la mesa para consumo propio y de toda la familia, nos fascinamos y nos volvemos protagonistas de la lógica que nos venden, pero no reflexionamos sobre la dimensión real del problema. ¿Quién se ha interesado en saber que es lo que esta consumiendo, de donde viene, cual es su valor nutricional, que representa esto en una sociedad?, Nosotros como consumidores debemos de tener conciencia respecto a nuestra alimentación, pensar en nuestros derechos, debemos exigir no solo cantidad, también es necesario que sea de buena calidad. Si no hubiera que esconder se debería encontrar en los supermercados cada producto debidamente marcado, tener un símbolo que lo identifique como TRANSGENICO, así cada persona determinaría cual es el producto que desea consumir.

Los países europeos, rechazan los productos transgénicos ¿Qué sabe la población europea sobre transgénicos que nosotros no hayamos conocido hasta el momento?, los brasileños se han negado a sembrar transgénicos y han generado una lucha en su contra, ellos tienen una lectura social del impacto, donde las principales lideres del cambio son la federación nacional de amas de casa, ellas están informadas, saben lo que pasa, el hambre no es por carencia de alimentos es por su mala repartición, lo mismo nos pasa a los colombianos.
“Tener información sobre transgénicos es una preocupación que debe tener cada persona”, debemos adquirir un compromiso de fondo, tener información del mundo que se mueve afuera en nuestra contra debemos evidenciar que el problema de hambre en los países latinoamericanos no es por falta de alimentos es por su mala repartición, por la falta de dinero, por manipulación del mercado y de territorios, entre otros factores.

En Argentina mueren todos los días cincuenta niños de hambre y es el mayor productor de transgénicos después de Estados Unidos, “en Colombia aunque no hay un inventario se plantea que mas de la mitad de los 10 a 15 millones de campesinos que hay en el campo están trabajando – en pequeñas parcelas de 1 a 5 Ha – con agricultura de subsistencia utilizando sus propias semillas criollas, logrando el 70% de la poca comida que se produce en el país” esto demuestra que no necesitamos transgénicos, somos capaces de obtener nuestra seguridad alimentaria a partir de tecnología ecológica, volver a nuestras semillas ancestrales, utilizando metodologías que generen tejido social y autonomía.
Para el desarrollo de alimentos saludables, de buen tamaño y resistencia no necesitamos introducir genes, existe algo más importante y es manejar nuestro clima, nuestros suelos, nuestra diversidad, debemos trabajar a favor de la naturaleza a través de la recuperación de conocimientos ancestrales.

La página de departamento de agricultura de los Estados Unidos afirma que los transgénicos no son productivos, ni más ventajosos (ya no es un buen negocio). La nueva tendencia es la agricultura orgánica “certificación – equilibrio social”, “agricultura orgánica moda post – plaguicida” es muy claro: las multinacionales tienen su negocio de plaguicidas, pero les es más rentable promocionar y comercializar productos orgánicos ¿Por qué? Los precios de los productos orgánicos son mucho mayor.
Debemos obtener información seria y antagónica a la que nos brinda la industria, tener una visión critica y empezar a generar cambios desde nuestro concepto de tecnología y ciencia, crear conciencia, hacer respetar los derechos como consumidores, capacitar a la gente: amas de casa, niños, campesinos, estudiantes, profesionales, generar discusión desde la academia y crear modelos alternativos de agricultura orgánica que suplan nuestras necesidades y creen oposición a los modelos propuestos e impuestos por el gobierno. Debemos actuar de forma organizada, que sea una discusión amplia que genere una agricultura autónoma.
En Brasil dicen “nosotros no sabemos que es biología molecular, pero ustedes no saben que es ciudadanía”

Todos podemos llegar a generar una realidad diferente sobre los transgénicos, debemos armarnos y tener la información adecuada para proponer los cambios y soluciones a los problemas actuales. Esta es y será una de las principales funciones y objetivos del movimiento social y armado del país, que a través de las FARC/ EP y el movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia M.B, buscamos alternativas para una sociedad mas justa, equitativa y solidaria.



Lucia Ríos.

Solidaridad con todos los pueblos del mundo.
Por la vida y la Dignidad, Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia.

EL MATARIFE

Escrito por Por Iván Márquez, Comisión internacional de las FARC-EP.
jueves, 11 de diciembre de 2008

El cruel asesinato de miles y miles de civiles a manos del ejército para luego presentarlos en sus “falsos positivos” como guerrilleros dados de baja en combate, es el más reciente y horroroso grito de victoria de la “seguridad democrática” del presidente Uribe.

No puede ahora ése presidente matarife rasgarse hipócritamente las vestiduras cuando siempre midió en litros de sangre el éxito de su política. No puede ahora posar de querubín celestial el padre de los incentivos perversos de la política de recompensas cuando ha segado con ellos tantas vidas de inocentes en Colombia. Aunque aparezca con el rostro contrito diciendo que todo ocurrió a sus espaldas, este Uribe sigue siendo el mismo que condecoró al general Rito Alejo del Río por haber masacrado a la población civil de Urabá, y sigue siendo el mismo que se solazaba hace poco ante el cuerpo ensangrentado de Raúl Reyes y ante la mano cercenada de Iván Ríos, cuyos cadáveres aún no ha devuelto a los suyos.

Ningún gobierno, ningún pueblo del mundo debe darle crédito a un mentiroso teatral, y cínico manipulador de la opinión. Lo que pasó en las dictaduras del Cono Sur, a pesar de su gravedad, es apenas un pálido fulgor ante el voraz holocausto humanitario activado por Uribe en el norte de Suramérica. Tanta barbarie y tanta impunidad ofenden a la humanidad.

Cuando el ministro de defensa, señor Juan Manuel Santos, reitera e insiste que este gobierno ha matado en seis años a más 30 mil guerrilleros, uno se pregunta quiénes serán entonces esos muertos si la guerrilla sigue en sus mismos puestos de combate contra la tiranía. Es necesario identificar también a los miles de masacrados que los paramilitares entregaron al ejército a fin de que los utilizaran como partes positivos de su sucia guerra contrainsurgente. Las organizaciones de derechos humanos en el mundo debieran ayudar a esclarecer este dantesco drama humanitario del victimizado país del olvido que es Colombia.

Lo que se ha descubierto hasta ahora es apenas la punta del iceberg de la infamia. La triste historia de los jóvenes de Soacha que fueron llevados engañados por el ejército hasta Ocaña para ser ultimados a nombre de la política de “seguridad democrática” de Uribe, es la misma, taciturna y luctuosa, de un universo de ciudades, de pueblos y de campos de Colombia implacablemente castigados por la política fascista. Cuántos crímenes de jóvenes desempleados…, cuántos campesinos asesinados por el ejército en las serranías y en las selvas presentados como guerrilleros muertos en combate en el marco del funesto Plan Patriota… Las cárceles están llenas de “falsos positivos”, o mejor, de millares de inocentes presos acusados injustamente de guerrilleros y terroristas por la perfidia del régimen actual. El inicuo sistema judicial premia con ascensos a los jueces y fiscales que más condenen guerrilleros extendiendo así la práctica de los “falsos positivos” a la justicia. Colombia necesita ser iluminada por potentes reflectores que contribuyan desde el exterior a disuadir los desafueros del poder.

Derrotado por las evidencias -no sin antes jurar y jurar que los abatidos fueron muertos en combate-, Uribe se vio forzado a destituir a algunos generales de División y de Brigada, así como a 5 comandantes de batallones para lavarse las manos y apaciguar la tormentosa crítica; sin embargo sustentó esta decisión en el argumento peregrino de que salían por falta de control a sus tropas y por confabulación con delincuentes, negando que se trata de un problema estructural. “Ahora el éxito se medirá por desmovilizaciones y capturas”-dijo-, sin explicar convincentemente la directriz 029 de noviembre del 2005 en la que su entonces ministro de defensa Camilo Ospina, actual embajador en la OEA, establecía recompensas por muertos, material de guerra y equipos incautados al enemigo. También parece que se olvidó que él mismo instauró a comienzos de su gobierno una red de más de 1 millón de sapos o informantes movidos por las recompensas. Si los generales y los coroneles objeto de sanción salieron, como dice Uribe por “confabulación con delincuentes”, debiera aplicarse entonces la misma consideración a los que se reunieron con delincuentes mafiosos de la “Oficina de Envigado” en la misma sede del gobierno: el Palacio de Nariño.

El diario El Tiempo, del que son propietarios los Santos, es decir, el ministro de defensa y el vicepresidente, refiriéndose a la purga de 27 militares tituló con oscuros tintes de cortina de humo: “Barrida ejemplar”; “Hay serios indicios de negligencia en el mando”; “Actuaban en contravía de la seguridad democrática y de la doctrina y el honor militar”; “No es un problema estructural”. Tan estructural es que si actuaran en consecuencia tendrían que irse hasta ellos mismos, incluido el presidente. Ya se fue ese sanguinario comandante del ejército, general Mario Montoya, porque entendió que era causa perdida intentar tapar el sol con las manos. El espantoso hecho delictivo estimulado desde el gobierno de segar vidas por recompensas y ascensos, no debe quedar en una destitución mediática; debe conducir a una responsabilidad penal.

Duele e indigna ver cómo algunos politólogos, directores de noticias y columnistas estipendiados le hacen eco a la manipulación mediática puesta en marcha por el presidente Uribe y los señores Santos. Otros han optado por un inexplicable silencio cómplice frente a este pavoroso crimen de lesa humanidad. Hasta el silencio de algunos purpurados ha hecho sollozar a Dios. No debe demorar más el juicio y el castigo a los carniceros del Palacio de Nariño.

Montañas de Colombia, noviembre 4 de 2008